Más de la mitad de las construcciones erigidas antes de 1980 en España presentan una baja categoría energética.
La aluminosis, una afección que afecta a los edificios, se caracteriza por la porosidad y debilitamiento del hormigón, llegando incluso a su colapso. Estos defectos se están manifestando en viviendas ubicadas en la calle de Tessàlia y en Barcelona, principalmente en la zona de Bèsos, donde aún persisten construcciones afectadas por la aluminosis.
A pesar de que el gobierno prohibió el uso de este material en 1977, debido a su bajo coste se convirtió en el cemento más utilizado durante las décadas de los años 50 y 70.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 34% de los edificios construidos en España están siendo demolidos debido a la enfermedad del hormigón.
El mal aislamiento de las ventanas es responsable del 40% del consumo de calefacción y aire acondicionado en España. En el Colegio de Aparejadores de Barcelona afirman que, desde 1979, la legislación española exigió la instalación de aislamiento térmico en los edificios. Según la Secretaría General de Vivienda, 9,7 millones de viviendas necesitan ser rehabilitadas para cumplir con los estándares de eficiencia energética establecidos por la UE. Para recibir fondos, el gobierno debe destinar el 37% de las ayudas a proyectos sostenibles.
España recibirá 6.820 millones de euros para el plan de rehabilitación y regeneración urbana, de los cuales el 70% se destinará exclusivamente a la rehabilitación de edificios. El Gobierno ofrecerá apoyo a los propietarios que realicen reformas o que renueven barrios completos. Asimismo, se impulsará la oferta de alquiler social en edificios energéticamente eficientes, la rehabilitación de edificios y la promoción de reformas más eficientes desde el punto de vista energético.
municipios de la España vacía.
El gobierno municipal de Madrid llevará a cabo la renovación de 8.000 apartamentos en las zonas de Vallecas, Centro y San Blas. Durante la tormenta «Filomena», el gasto de calefacción en los hogares madrileños aumentó drásticamente, llegando a un aumento del 47%.
Madrid, siendo una de las principales capitales, cuenta con más de 800.000 edificios construidos antes de 1980, los cuales presentan deficiencias en eficiencia energética debido a la falta de regulación que exigía la instalación de sistemas de aislamiento contra el frío y el calor. A pesar de su buena ubicación, los distritos con mayor cantidad de estos antiguos apartamentos son Centro, Chamberí e incluso Retiro.
De acuerdo a información proporcionada por el consistorio de la ciudad, tan solo el 16% de las obras de renovación que recibieron ayudas municipales entre 2016 y 2019 se enfocaron en mejorar la eficiencia energética de las viviendas, lo cual está muy por debajo de los objetivos establecidos por la Unión Europea.
Ayuntamientos como el de Almeida ya están trabajando en la rehabilitación de más de 31,600 apartamentos con el fin de mejorar su accesibilidad y eficiencia energética. Adicionalmente, el ayuntamiento ha planeado presentar una propuesta para rehabilitar 8,000 viviendas en diversos lugares como Vallecas, San Blas, Simancas, Centro, Campamento y el Poblado Dirigido de Fuencarral.
El Ayuntamiento de Barcelona no ha tenido mala intención al adquirir edificios con el propósito de rehabilitarlos y destinarlos a cultivos vulnerables en estos años. Sin embargo, esta medida no ha sido completamente exitosa debido al mal estado en el que se encuentran los edificios adquiridos y las barreras impuestas por la normativa vigente en cuanto a rehabilitación. José García Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, comenta que “Algunos de los edificios adquiridos hace tres años todavía no se pudieron rehabilitar por las condiciones en las que estaban y por la propia normativa”
«En Valencia, muchos de los edificios que requieren rehabilitación han sido demolidos y otros se han derrumbado. Según los anuncios publicados en Idealista, el 75% de los apartamentos en Barcelona tienen una calificación inferior, mientras que en Madrid esta cifra es del 60%; sólo el 5% ostenta la calificación «A» en comparación con el 11% en Madrid.
Montalvo explica que, en general, en el centro de las principales capitales las ganancias que se pueden obtener al alquilar una vivienda son muy bajas en comparación con el costo de la renovación. Además, la remodelación debe cumplir con los estándares de la nueva normativa, lo cual puede ser muy costoso especialmente si el edificio es antiguo.»
Aquellas comunidades de vecinos o dueños que renueven pisos o edificios tienen la posibilidad de obtener beneficios en forma de ayudas que cubren desde un 40% hasta un 100% del costo de la obra, todo ello dependiendo del ahorro energético que logren.
Se podrá obtener una bonificación total si la renovación permite una reducción superior al 40% en el consumo de energía primaria. Con una bonificación mínima del 40% del precio de la reforma, se establecerán una serie de criterios según el ahorro energético obtenido.
Aunque el objetivo principal de estas renovaciones sería lograr eficiencia energética, también se podrán considerar otras mejoras, tales como mejorar la accesibilidad del edificio, aumentar el ancho de las escaleras, instalar ascensores o paneles solares, y mejorar la infraestructura en general. Hay que tener en cuenta que solo el 23,09% del total de edificios son accesibles y que solo un 6,27% cuentan con ascensor, según el INE.
Todos aquellos que quieran beneficiarse de una deducción del 30% en el IRPF por rehabilitar una vivienda habitual deberán de ser propietarios que logren una reducción del 10% en el consumo de energía primaria no renovable, o de la demanda de calefacción y refrigeración de su vivienda habitual, ya sea propia o en alquiler.
Aquellas personas que deseen obtener un descuento del 30% en el impuesto sobre la renta por la rehabilitación de una vivienda habitual deben ser propietarios que logren una reducción del 10% en el consumo de energía primaria no renovable o de la demanda de calefacción y refrigeración de su vivienda habitual, ya sea propia o en alquiler.
Los edificios que logren una mejora en la certificación energética, con calificaciones A o B, podrán beneficiarse de un descuento del 60% en el impuesto sobre la renta.
Actualmente, la etiqueta de certificación energética más común en las viviendas es la E de color naranja. Por ejemplo, según los datos recopilados para este periódico, el 75% de los apartamentos anunciados en Idealista en Barcelona tienen esta calificación o peor, lo que implica un alto consumo energético.
La rehabilitación de un conjunto de quince bloques es una de las medidas más ambiciosas para lograr la rehabilitación de barrios enteros.
Sin embargo las comunidades y los ayuntamientos son las que deciden todo aquello que después presentarán al Ejecutivo en reuniones bilaterales.
En base a los criterios a ser negociados, el gobierno otorgará los fondos a las distintas comunidades, donde se tomará en consideración, por ejemplo, la cantidad de viviendas en cada territorio.
Para aquellos municipios que cuenten con menos de 5.000 habitantes, el gobierno reservará parte de las ayudas; no obstante, estas serán prioritariamente dirigidas a las zonas afectadas por el despoblamiento.
Con el fin de financiar las inversiones, se fomentarán acciones de colaboración público-privada en todo el territorio nacional. Estos proyectos de renovación beneficiarán tanto a propietarios como a comunidades de vecinos, y también se promoverá la modernización de los edificios públicos. El Gobierno estima que más de medio millón de edificios podrán acceder a estos apoyos, pero aún así esto solo cubrirá una fracción de la cantidad de viviendas que requieren mejoras en su eficiencia.
Los requisitos mínimos para la construcción de viviendas tienen en cuenta la eficiencia energética, ya sea en los materiales utilizados, en los sistemas de ventilación o en el aislamiento. Sin embargo, esto no siempre ha sido así, ya que las ventanas de hace 20 años no tienen ninguna similitud con las actuales.
Mejorar la eficiencia energética implica reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables. España tiene un gran déficit comercial debido a su alta dependencia de combustibles fósiles importados de otros países. No obstante, si disminuimos esta dependencia y la sustituimos por energías renovables, también contribuiremos a mejorar la situación económica del país.