Durante años el boom inmobiliario hizo imposible la compra de una vivienda nueva o de segunda mano. Pero con la crisis del sector todo cambió. Muchas personas pudieron cumplir su sueño de comprar un piso y dejar de vivir de alquiler.
También muchos inversores han visto el negocio de comprar para reformar y vender un piso, al estar los precios inmobiliarios bajo mínimos.
Todo esto ha provocado cierta recuperación del mercado inmobiliario, lo que ha generado trabajo por reformas para empresas constructoras y profesionales de la construcción como albañiles, electricistas, o fontaneros.
El precio de una reforma integral por metro cuadrado puede ser muy elevado y de ahí que sea fundamental comprar presupuestos. La mayor competencia puede suponer un ahorro de hasta el 30%, lo que favorece al consumidor final.
Los bajos tipos de interés han provocado que muchas personas con ahorros y capacidad de inversión se hayan planteado la reforma de pisos antiguos para vender o para alquilar.
Pero no solo inversores privados son los que deciden invertir su dinero en el sector inmobiliario. También particulares que ya eran propietarios han decidido usar sus ahorros en la reforma de un piso antiguo.
Sin duda es mejor revalorizar su hogar que invertir en productos financieros a la vista de que los depósitos pagan un tipo de interés de menos del 1%. Por no hablar de invertir en acciones de la bolsa española u otro mercado bursátil.
Aumentar el valor de un inmueble es una inversión en sí misma, sin necesidad de comprar para luego alquilar. Y más cuando existen beneficios fiscales a la rehabilitación de vivienda en el IRPF. Estamos hablando de la deducción por obras de reparación y mejora en vivienda habitual.
Además existen subvenciones y ayudas a la rehabilitación por parte de Ayuntamientos pero también por el Ministerio de Vivienda mediante el plan estatal de fomento del alquiler de viviendas, rehabilitación edificatoria, y la regeneración y renovación urbanas. Así que gracias a todo lo anterior reformar un piso antiguo sale bastante más económico que pagar más por comprar una vivienda obra nueva.
A la hora de contratar una reforma existen muchas empresas que prestan servicios de construcción. Y todas ellas ofrecen elaborar presupuestos gratuitos para así saber cuál es el coste de ejecución material de la obra de reforma.
Pero no hay que olvidar añadir el impuesto sobre el valor añadido para así obtener el precio final de la reforma. Porque incluir el IVA, y por lo tanto disponer de factura, ofrece más garantías en cuanto a la calidad del trabajo.
Comparar entre diversos presupuestos te permitirá ahorrar dinero siempre y cuando seas capaz de valorar bien la combinación calidad – precio de los costes de las reformas.
Para luego una vez aprobado el presupuesto firmar el contrato correspondiente con la empresa de construcción. Donde además de incluir los detalles del presupuesto también hay que dejar por escrito la duración de la obra
Ten en cuenta que el precio de una reforma de baño por metro cuadrado puede rondar los 4000 euros dependiendo de si se incluyen o no los sanitarios. Mientras que en una reforma de cocina la media del coste está en casi 5000 euros por metro cuadrado.
Aunque a la hora de entender una reforma integral del hogar podemos decir que reformar un baño y una cocina es casi el 80% del total de cualquier casa.
A la hora de reducir el coste de una reforma integral de un piso recurrir a un profesional de la construcción autónomo, es una buena solución para ajustar el presupuesto. Sobre todo si hablamos de pisos antiguos.
No es recomendable contratar como mano de obra a albañiles o electricistas desempleados aunque parezca que el precio de la reforma va a ser más barato.
Porque en caso de accidente laboral durante las obras la responsabilidad recaería sobre el cliente, al no haber seguridad social ni seguro de responsabilidad civil que se haga cargo.
Por no hablar de que la calidad de los trabajos no está garantizada cuando los profesionales que se contratan no son legales.
Pero además de incluir la mano de obra y los materiales hay que valorar también los impuestos y licencias de obra municipales, por ejemplo por el uso de un contenedor para los escombros.